El pasado y...el presente. Nº27. Agüimes desde el coche.

Imagen nº 14899 propiedad de la FEDAC/CABILDO DE GRAN CANARIA. Realizada en 1965 por Nieves Sanchez Montero.

Y esta otra es de Abril de 2013.

El pueblo de Agüimes que conocemos, fue fundado en 1491 justo en un importantísimo asentamiento aborigen poco después de finalizada la conquista de Gran canaria. Inicialmente, fue villa bajo el señorío episcopal por orden de los Reyes Católicos y, otorgado a la Iglesia como compensación por la colaboración de ésta durante la conquista.

El municipio agüimense, alberga diversos asentamientos prehispánicos de gran importancia: el propio casco histórico de Agüimes, Guayadeque y Temisas entre otros.

Su riqueza hídrica, gracias a los cursos de agua provenientes de la cuenca del barranco de Guayadeque, permitió tras la conquista los primeros cultivos de caña de azúcar. Mas tarde, surgieron las explotaciones de tomate y pepino en la zona de Arinaga destinadas a la exportación.

Al igual que ocurrió en el resto del sureste de Gran Canaria, parte de su población optó en el pasado por la emigración a Cuba, Venezuela y otros países de Sudamérica. En la actualidad es una zona de inmigración, beneficiada por el auge del turismo en el sur de la isla y de otras actividades de servicios. Hay que señalar además la pujanza de la zona industrial de Arinaga, en torno al puerto homónimo.

El municipio cuenta con hoteles y casas rurales verdaderamente atractivas para el visitante y así,  consigue desarrollar un turismo rural perfectamente viable, hecho que atrae a varios cientos de turistas al año en su territorio.

Posee también un polígono industrial en el que se alojan más de 700 empresas multisectoriales de variada oferta industrial así como uno de los mayores parques eólicos de la isla que, en la actualidad, está aumentando su capacidad y potencial para conseguir ser un referente en lo que a energías renovables se refiere.

Por último, me es obligado mencionar que el pueblo de Agüimes vio nacer a mi difunto y querido padre Antonio Estévez, conocido popularmente entre los agüimenses como  “Antoñito el Guirre” apodo por el que cariñosamente era conocido también mi abuelo Rafael.